jueves, 26 de septiembre de 2019

Breves reflexiones antes de darle otra vuelta al sol

Querida yo a los 28 / en dos horas:

    Después de la pausa hay que seguir. La vida sigue pasando porque ni el tiempo ni la edad perdonan. Sé que intentas acoplarte a la vida de adulto y estas atrapada entre tu nuevo gusto por arreglar tu casa y tus ganas de no seguir intentando nada y huir. También que a veces te sientes sola. Pero calma, disfruta todo lo que estas viviendo ahora, es necesario para crecer. Este año ha sido un año lleno de retos, de cosas difíciles, de vencer miedos y darte cuenta de lo fuerte que eres. 

En este nuevo año y luego de extensos análisis en medio de sesiones con la escoba y la almohada, de entre todo lo que he aprendido quisiera rescatar lo más importante y que quiero escribirlo para que se quede para siempre en tu memoria: 

  • Nunca des nada por sentado, nunca pienses que las cosas ya son así y confíes que no cambiarán, porque la vida es movimiento, es un caer y levantarse perpetuo, lo que hoy está mañana quizá no; por eso las cosas se ganan día a día. 
  • No intentes forzar cosas que el sentido común sabe que no van a pasar, o que no estar destinadas a ser. Really. 
  • Entiende que no todo puede pasar aquí y ahora, cuando tú quieres, sino que hay que tener paciencia, porque cada cosa tiene su tiempo. 
  • Pase lo que pase, aunque todo salga super mal, no te culpes por los errores, perdónate.
  • Ten los ojos bien abiertos para notar los pequeños momentos, esas pequeñas situaciones en las que el tiempo camina más lento para que puedas sentirlo, y no puedes hacer nada más que dar gracias por estar viviendo todo eso y lo guardas en tu corazón.
  • No te desanimes, todo pasa. Siempre.
  • Se mas agradecida, enfócate en lo positivo.

Nos esperan tantas cosas buenas



lunes, 1 de abril de 2019

Catarsis


       
           Para todos llega un punto en el que tienes que parar, analizar y decidir si lo que estás viviendo te acerca a tu proyecto de vida o si debes hacer algunos ajustes, a veces radicales. Todo esto ocurre cuando parece que al fin has conseguido la tan anhelada calma y en el horizonte solo vislumbras el más hermoso cielo azul, es entonces cuando la vida, con sus mas insólitos modales, se encarga de demostrarte que no podías estar más equivocada. Parece como si al llegar a cierto punto, la vida te plantea la necesidad de revisar todo aquello en lo que te has convertido, has conseguido y lo que pensabas que habías aprendido para que puedas continuar tu camino.

Mi cumpleaños 27 fue el campanazo que me hizo despertar. Tan cómoda estaba yo en la cotidianidad de la vida estudiantil, mantenida por mis padres, a pocos meses de terminar el pregrado, en una relación marcada por el apego y el tedio y con muchas barreras, miedos y conductas evitativas que había construido durante toda mi vida en pos de evitar el sufrimiento. Era perfecto. Yo sabia que temas debía evitar pensar y listo. No tenía la necesidad de salir de mi zona de confort ni de hacer cambios drásticos.  Pero apagas las velas y boom! Se cuela en tu cabeza la idea de que pronto cumplirás 30 y tu vida difícilmente se acerca a lo que habías pensado años antes. Hacerse la loca y esperar que la habituación me permita seguir en mi zona de confort? No esta vez. Tiempo de cambio. Tiempo de analizar y corregir.

Meditando, analizando y perdonando. Cerrando ciclos. Haciendo cosas que tenía pendientes.  Tomando locas decisiones y corriendo riesgos. Volviendo a mi origen, a conocerme, a amarme. Porque sabes que? así descubres que todo nace del amor propio, al darte cuenta de que la única persona que puede llenar tus vacíos eres tu misma. Y eso te hace libre, porque el tener a alguien en tu vida se vuelve una opción no una necesidad. Y también te enseña cuando debes ser leve, cuando no debes soltar el corazón.

Y así fue como empecé esta catarsis. No ha sido fácil. Me ha costado muchísimo aceptar que habían cosas que no estaba bien en mi vida y personas a las que decirles adiós. Y te das cuenta de que no existe un antídoto para no sufrir. Es inevitable. Todos esos escudos que pusiste no sirvieron de nada porque no puedes evitar sufrir, lo que si puedes manejar es como canalizas el sufrimiento, si te servirá para bien, para saber que cosas no estas dispuesta a aceptar, para marcar límites, para aprender a amar sin apegos, sin dependencia o si solo reforzarán la armadura. 

Y entonces empiezas a renacer, con menos miedos y con mas sueños. 

Breves reflexiones antes de darle otra vuelta al sol

Querida yo a los 28 / en dos horas:     Después de la pausa hay que seguir. La vida sigue pasando porque ni el tiempo ni la edad perdonan....